viernes, 23 de julio de 2010

Artículo sobre HOLIDAYS (Víctor Moreno, 2009)

Publicado en CANARIAS 7, suplemento Pleamar, el 21 de julio de 2010:

"SALTO DE MADUREZ: HOLIDAYS
Luis Miranda

Tal vez sea prematuro decirlo, pero se tiene la impresión de que algo nuevo sucede en el cine canario. Basta con echar un vistazo a algunos cortometrajes, entre otros posibles, realizados por David Pantaleón (Belanglós), Macu Machín (Geometría del invierno), José Cabrera Betancort (Vértigo 50), Amaury Santana (Vidas sobre ruedas), David Delgado (El aire de un día) o Víctor Moreno (El extraño), para percibir en la diversidad de estilos e intereses un cambio de sensibilidad que se siente como aire fresco. La confirmación de tal estado de cosas podría ser una película como Holidays (2009), del mencionado Víctor Moreno (Sta. Cruz de Tenerife, 1981), largometraje que representa, al menos para el autor de estas líneas, un enorme salto adelante para el audiovisual realizado por autores canarios.


Si en todas esas películas se percibe una voluntad de despojarse de clisés costumbristas e imitaciones de géneros comerciales, así como una aproximación a la realidad que, en cierto modo, busca la abstracción por el “minimalismo”, también resulta significativo que muchas se hayan rodado fuera de las islas: las cuatro primeras, en Buenos Aires, Berlín, San Francisco y media Europa, respectivamente. Signo de los tiempos: la nueva trashumancia parece cada vez más extendida entre los cineastas canarios, pero no bajo la forma de diáspora, como antaño, sino de una movilidad más fluida y normalizada. La de Víctor Moreno es sin embargo una película rabiosamente local que, al fin, consigue no ser “localista” sino todo lo contrario: no gustó nada a los políticos durante su reciente estreno en la isla que le sirve de escenario, motivo y personaje –Lanzarote como oportunidad perdida, observada bajo la inspiración de César Manrique–, y eso no puede ser sino un excelente síntoma.


Holydays forma parte por derecho propio a esa vertiente de la no ficción contemporánea que renuncia a la voz didáctica y al relato tutor del documental típico para buscar más bien la elocuencia del punto de vista y una temporalidad abierta. Dividida en varios segmentos bien diferenciados, su primera parte captura ese tiempo lento del campo en vías de extinción, mientras que una segunda inserta imágenes de vídeo doméstico grabadas por una familia de turistas irlandeses. Más tarde la película regresa al paisaje y a una serie de personas que lo buscan y piensan. Puesto que todo paisaje es a la vez real e imaginario, Holidays introduce una pluralidad de miradas que no es, sin embargo, neutral. Una cierta tendencia del cine de nuestro tiempo prefiere a que la realidad trabaje sobre la película, más que a la inversa. Y en este caso eso incluye la realidad literal de la mirada del turista. El proceso de recopilación de ese mirar alienado duró dos años, de 2006 a 2008, durante los cuales se hizo acopio de más de 100 horas, “más unas 20 horas de material en super 8. También mil fotografías, postales y anuncios de la isla desde los años 60. Mucho material que espero algún día pueda convertirse en una exposición”, comenta el cineasta, quien decidió instalarse en las zonas turísticas de la isla para recuperar esos vídeos particulares a base de perseguir a los turistas que las obtenían. Añade que por este motivo le gusta referirse a estas imágenes como "material perseguido" –y no con la habitual proposición “metraje encontrado”.

Una imagen no es sólo un corte sobre lo visible, sino también un momento de lo visible. El ojo del turista no sólo parece dar la espalda al lugar real que visita, es decir, al espacio modelado por la luz y por la Historia, sino a sí mismo. En las situaciones peculiares a las que se ve sometido, el turista es una especie de desaparecido: se deja sustituir por los estereotipos que lo disfrazan a él tanto como disfrazan a la isla en la que ha decidido pasar unos días de sol y apartamento. Las tomas que guardará de su viaje nunca van más allá del retrato de los suyos ante un pobre decorado. La perspectiva se achata, y cada momento registrado es fugaz e indiferente. Afuera está la isla, acotada por la cámara, ésta sí consciente y paciente, de Victor Moreno, siempre atento a una respiración de la tierra (la rutina del pastor) que necesita silencio bajo el ruido de los aeropuertos. Estas imágenes no necesitan hablar, porque una visión es precisamente eso: dar a ver. El discurso surgirá entre ellas, por contraste, hasta que en el epílogo unas viejas tomas en super 8 recuperen una especie de contacto perdido –y literal: ceniza caliente sobre la mano, sin intermediarios ni guías– con el misterio de Lanzarote.


La película se desarrolló en el Master Documental de Creación de la universidad Pompeu Fabra en el año 2006 y es una coproducción de Luna Llena Producción, El Nacedon Films y Victor Moreno P.C. en coproducción con Televisión Autonómica Canaria y con el apoyo de Cabildo de Lanzarote y empresas como Cicar. Obtuvo una Mención Especial del Jurado de Nuevos Directores en la última edición del Festival de nuestra ciudad, y se proyectará a partir de este viernes 23 y hasta el 29 de julio en los Multicines Monopol."

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